Entre el correo recibido, hay muchos comentarios sobre cierto tufillo machista que rezuman las composiciones del escritor Andy Trueman. No es un secreto que Andy tenía cierto grado de misoginia debido en parte a la educación machista de la época, a la mala experiencia que tuvo con las mujeres a lo largo de su vida, y a que madre le obligó a llevar corsé hasta los doce años.
Un ejemplo de sus fallidos romances es el que vivió con la Condesa Talkby D. Elbows, una encantadora jovencita de la aristocracia austrohúngara y descendiente de un militar inglés que quedó prendada de algunas obras de Andy Trueman, hecho que llenó de preocupación a sus padres hasta que descubrieron aliviados que no sabía leer.
En un baile celebrado en Viena, ambos jóvenes tuvieron la oportunidad de conocerse y mantener una larga charla principalmente conducida por ella. Andy quedó encantado por la multitud de conversaciones que la Condesa era capaz de llevar adelante. "Incluso dos o tres a la vez", comentó sorprendido el autor, "una de ellas la mantuvo sola mientras yo fui al baño", añadió.