martes, 24 de julio de 2012

Las Superaventuras de Superéroe: Capítulo 1.532

En anteriores capítulos de las Superaventuras de Superéroe:

El Superequipo, formado por un grupo de aliados del bien en su intento por rescatar a nuestro héroe de las malvadas garras de Míster Billano, cae en una horrible emboscada. A pesar de utilizar unidos todos sus superpoderes (la astucia, la amabilidad, el carisma, la valentía y una excelente capacidad en resolver algoritmos matemáticos de complejidad media-alta), son derrotados por un ejército de robots armados con rifles láser que, dirigidos a los ojos, les dejan ciegos.

¿Quién podrá salvar ahora a nuestro héroe?

CAPÍTULO 1532 - LTEV

- Descubrí tu secreto -dijo Míster Billano mientras Superéroe se arrodillaba en el suelo y se llevaba las manos a la garganta como si algo le aprisionara la laringe -. Eres alérgico a los monitores de 17 pulgadas.

viernes, 25 de mayo de 2012

Latos Relatos (IV): El técnico

El hombre llevaba unos vaqueros negros ligeramente desteñidos, un polo azul claro con un prominente logo de una espiral formada por puntos desiguales en el pecho y el nombre de su empresa escrito justo debajo: “Electrónica H&W”. Empuñaba un maletín de herramientas en una mano y un Moleskine en la otra. Mascaba chicle con la boca abierta mientras miraba con cierta sonrisa de condescendencia a Aurora, la que empezaba a sentirse intimidada con su forma de mirarla.

Se encontraban en una enorme cocina reluciente como un sistema binario de soles. Encimeras de mármol, una gigantesca isla central de madera en forma de U, paredes y suelos revestidos de piedra natural y una iluminación bicromática que convertía la habitación en una simbiosis de fulgor y calidez. Los muebles eran de roble antracita de color oscuro, destacaban por la falta de tiradores que producía una armonía total, como si todo el conjunto se fusionara en una sola pieza vigilada por un plasma de cuarenta pulgadas que colgaba en el extremo opuesto de la sala.

- Señora, yo estoy aquí para arreglar electrodomésticos, no para dar clases particulares.

viernes, 20 de abril de 2012

El Gobierno retrasa el inicio de la Primavera a mayo para ahorrar energía

Es el punto más polémico del paquete de medidas de ahorro energético presentado hoy en el Congreso para combatir la crisis

El Ministro de Medio Ambiente ha respondido a las preguntas de los periodistas en una rueda de prensa convocada esta tarde, para explicar el paquete de medidas de urgencia presentadas esta mañana en el Congreso de los Diputados con el objetivo de reducir el consumo energético. Aunque el inicio oficial de la Primavera fue el 21 de marzo, las temperaturas se han mantenido en rangos invernales "para ahorrar el enorme gasto que supondría aumentar la temperatura ambiental", según el Ministro.

domingo, 11 de marzo de 2012

El principio es lo primero

"En un balcón precioso había una mujer fea..."

Él se quedó pensativo. Ella lo miró fijamente. Transcurridos unos segundos su expresión se volvió ansiosa.

- ¿Y...?

- Nada más -respondió él con un resoplido de resignación.

- ¿Año y medio escribiendo tu novela y eso es todo lo que tienes?

- Bueno, tengo aproximadamente unas tres mil páginas -miró a un rincón donde se amontonaban varias pilas de folios-, pero las he desechado.

- Menos esa frase -señaló ella.

- Así es.

Ella se llevó a la mano a la boca como si quisiera impedir que algo horrible saliera de sus labios y empezó a andar en círculos por el salón. Él la seguía con la mirada esperando algún tipo de reacción.

- Esto es una mierda. Lo sabes ¿verdad?

viernes, 17 de febrero de 2012

Latos relatos (III): Un poquito de suerte

Siempre he sido un tipo sin suerte. El típico que llega cuando el tren se va, que descubre demasiado tarde que no queda papel en el baño, al que le cagan las palomas entre un millón de personas, el que se cambia al carril que no se mueve, el que elige la manzana podrida y lo descubre después de darle el bocado, al que le hacen un control de documentación el único día que se olvida la cartera, al que se le parte la llave en la cerradura del coche diez minutos antes de una reunión importante... y así podría seguir durante siglos.

Pero aquella mañana...

Aquella mañana compré todas las papeletas del bombo de la desgracia. El típico día que se va mascando la tragedia y no eres capaz de dejar de correr hacia el abismo.

Era el aniversario de la empresa donde trabajaba y mi jefe, aprovechando que yo era uno de los empleados más antiguos, me había hecho un maravilloso regalo: realizar un discurso resumiendo mis años de estancia en la compañía. Mi público sería toda la plantilla, amigos, enemigos, compañeros conocidos, mi jefe, el director, el presidente y hasta los vigilantes con los que tantos altercados había tenido a lo largo de mi vida profesional convirtiéndome en objeto de sus burlas y desahogos.

martes, 14 de febrero de 2012

Visan Valentín

Fue aquel frío día de Navidad paseando por las ramblas de una vieja avenida cuando te vi por primera vez. Brillabas con luz propia convirtiendo la noche en día, iluminando mi rostro perplejo por tu magnificencia. Seguí mi camino prometiéndome regresar con la esperanza de volver a encontrarme contigo. Las noches que siguieron retuvieron tu imagen en mi mente, permitiéndome imaginar cómo eras por dentro, inventarme los tesoros que me tenías reservados si me permitías formar parte de tu mundo.

Y el destino quiso que los meses posteriores mi camino al trabajo me permitiera cruzarme contigo. A veces simplemente te miraba al pasar reduciendo mínimamente el paso, otras en cambio me detenía para observarte detenidamente. Entonces fue cuando sin decirnos nada tú y yo convertimos esos encuentros en algo más. Una simbiosis en la que tus días pletóricos me llenaban de felicidad y los días que te inundaba el vacío me entristecían el corazón.

Los dos ya éramos casi uno, pero aún faltaba por dar el último paso, el más importante,la consumación de encuentros y desencuentros, la contastación de nuestro amor. Y fui yo quien se lanzó aquella tarde de San Valentín en el que mis sueños se hicieron realidad. Desvelados millones de secretos en los que reí, me maravillé y disfruté cuando por fin entregándo mi corazón y mi alma me adentré en ti...

Ha pasado mucho tiempo desde aquel inolvidable día, pero seguido de largos y continuos reencuentros pues nunca, desde entonces, perdimos la costumbre de volver a reunirnos en todas las ocasiones posibles, Navidad, Reyes, el día del Padre, de la Madre, el día del libro, la vuelta al cole, las rebajas de enero, los ocho días de oro, la llegada de la primavera, la moda otoño-invierno, la semana de China, los cofres de tu cumpleaños y, por supuesto, San Valentín.

¡Te quiero Cortinglés!