Te veo y no te creo. Despiertas y regresas en la noche, mas en otra noche distinta. Los sueños no te roban el sueño. No te agotas ni gota. Flanqueas el flaqueo. Rindes sin rendirte. No te amedranta el desmedro. Empeñarías tus cejas por no cejar en el empeño. Vives, sobrevives, revives y pervives...
Sin embargo...
Hay lugar a una risa con sonrisa, a la meca de las muecas, un guiño sin guiñapo, un grito sin grietas, un correo no correoso, un apaño sin empaño, una mirada sin mira, la mitad de una amistad...
Cuentan en un pueblo sevillano que existiose una losa
ocultando la cavidad al que una noche cayó un mozo,
más éste al salir de la fosa mascó con aire de gozo:
"Nunca al caer a un pozo, vi todo tan de rosa..."
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