jueves, 20 de enero de 2011

Sosoneto

Hola, no sé por qué me decidí
a escribirte estos amargados versos
si puedo ver la esperanza tan lejos
como alejada tu alma está de mí.

Y es que el día que yo te conocí
ocupado estaba tu dulce aliento
tus caricias, tus abrazos, tus besos,
aquellos que nunca podré sentir.

Pues ya que eres solamente para él
y jamás tu ser estará conmigo
yo siento la necesidad de creer

que es cometer un grave desatino
afirmar que es más trágico perder
que nunca en el amor haber tenido.

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